martes, 30 de julio de 2013

No, esto no es una entrada

Buenos días a todos, espero que hayan tenido unas lindas vacaciones de invierno. Muchos habrán vuelto a clases ayer, muchos hoy. Yo desafortunadamente empiezo mañana, aunque agradezco haber tenido dos días más de receso escolar. Los gasté mirando películas, series y videos o volviéndome adicta a todos los juegos de Android que están de moda pero anyway, fueron dos días más al reverendo huevo.

En fin, en esta entrada quiero hablar de la ironía y el sarcasmo. Hay muchísimas (pero muchísimas) personas que no captan el sarcasmo y es algo que me pudre terriblemente las neuronas. Volvés a tu casa y apenas saludás te preguntan "¿Ya llegaste?" a lo que vos contestás irónicamente "No, todavía no llegué" y se quedan mirándote por dos segundos tratando de captar si fuiste, o no, sincero. Obviamente llegué, y OBVIAMENTE estoy usando sarcasmo. Captalo.

Cuando una persona no atrapa mi sarcasmo/ironía, me dan ganas de golpearla con una zapatilla en la cabeza. Así de tranquila. Un día voy a terminar explotando y voy a terminar matando a alguien *re que no podría matar ni a una hormiga* pero bueno, qué se yo.

Un consejo dado por una de las personas más sarcásticas y estúpidas del planeta: cuando sean irónicos y el receptor del sarcasmo no lo reciba como se espera o directamente no lo entienda, sigan contestándole con sarcasmo. O, en el caso de estar tan afectado por la incomprensión ajena, agarren un teléfono y llamen al 0800-222-GANDALF. Se van a comunicar con la línea pública del gran mago Gandalf, quien los va a ayudar a lograr calma y tranquilidad.

Así concluye la entrada de hoy, seguramente voy a estar escribiendo más seguido por acá. Pinky promise. Hasta luego.

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