lunes, 15 de septiembre de 2014

El síndrome de las vacaciones

Primero que nada, ya sé que tengo que dejar de abandonar el blog, ponerme firme de una vez por todas y escribir semanalmente (mínimo). Ya lo voy a lograr pero mientras tanto voy a tener que seguir luchando contra la procrastination. Pero bueno, en esta entrada vamos a hablar de "el síndrome de las vacaciones" que nos afecta a muchísimas personas o al menos quiero creer que no soy la única a la que le pasa esto y soy una rarita.

Este síndrome (para llamarlo de alguna manera) consta en cambiar de personalidad durante las vacaciones o los viajes a algún lugar lejos de nuestras casas. Estos cambios pueden ser positivos y negativos. Yo, cuando estoy de vacaciones, suelo hacer cosas que en mi casa nunca hago a menos que sea necesario. Algunas de estas cosas son: levantarme temprano a CAMINAR o preparar el desayuno, no puedo quedarme NINGÚN día encerrada sin hacer nada (cosa que cuando estoy en mi casa hago muchísimo, pero MUCHÍSIMO), ordenar y/o limpiar cosas, leer un libro por día (mínimo), tomar cinco minutos de sol (lo cual es mucho, teniendo en cuenta que cuando estoy en mi casa no tengo contacto alguno con la luz solar, #fact) y no dormir siesta.

Ahora vamos a hablar de algunas cosas individualmente. Primero, ¿LEVANTARSE TEMPRANO? ¿Quién se levanta temprano un día libre por voluntad propia? Casi nadie, creo. Cuando estoy en mi casa y tengo un día libre, no me levanto a menos que mi vecino empiece a martillar la pared a siete manos (bueno, ni siquiera cuando pasa eso). Igualmente, hay que ser sinceros: cuando te levantás temprano y te organizás bien, la podés pasar súper bien y, obviamente, dadas las circunstancias, va a ser un día bien aprovechado. Tampoco hay que exagerar, tipo todos sabemos que levantarse a las 5 de la mañana para ver el amanecer y sacarle una foto es hermoso pero si no estás acostumbrado te aseguro que a eso de las 7 de la tarde vas a estar derrotado. El otro extremo que se basa en levantarse a las 7 de la tarde no es una muy buena forma de aprovechar los días. Así que no nos tenemos que dejar llevar por ninguno de los dos extremos.

Quedarse encerrado todo un día puede ayudar a la propia salud mental, seriamente. Te podés quedar todo un día mirando Sherlock, Doctor Who o lo que sea que quieras ver, pero no podés hacerlo por una semana a menos que lo necesites y te sobre tiempo (si lo hacen, igual los entiendo porque yo lo hice mil veces). Cuando estás de vacaciones es copado salir y aprovechar el nuevo ambiente en el que estás, pero ¿por qué no aprovechar y salir cuando estás en tu barrio también? Es lindo caminar y conocer tu propio barrio, eso sí, tené cuidado con la billetera porque últimamente no se puede caminar tranquilo sin preocuparse por tus bolsillos y tu seguridad. Cuando se te de la oportunidad, salí. Tratá de decirle que sí a todas las cosas que te van a hacer bien.

Ordenar y/o limpiar. Bueno, muy pocas veces me agarran ganas de ordenar y/o limpiar, pero cuando lo hago, dejo impecable todo lo que puedo. Igual, si no les gusta ordenar ni limpiar, no hay problema, abajo les voy a dejar un teléfono para que puedan contratar un elfo para que trabaje para ustedes. Aprovechen porque los elfos no son infinitos y cobran mucho, pero vale la pena.

Leer un libro por día es una exageración pero es lo mejor que se puede hacer cuando tenés tiempo libre. Te llena de cosas para pensar, te llena de sentimientos, de todo. Es inexplicable. Pero traten de ser sanos y leer un libro por semana como normalidad. Cuando estoy de vacaciones soy capaz de leerme un libro entero en una noche, y no paro hasta terminar la última línea de la última página, pero tengo que bajar un cambio porque 1) No tengo plata para comprar tantos libros físicos y 2) Si leo libros en el celular, a los 50 años me voy a quedar ciega (o quizá antes).

Tomar sol y no dormir siesta. Bueno, tomar sol no es algo necesario pero si sos más blanco que una hoja de papel (o sea, blanco nivel Florci, sí, aparezco en un nivel de blancura de tan pálida que soy) quizá te haría bien tomar un poco de sol, porque sino, cuando salgas en un día soleado, podés explotar, literalmente explotar (no, mentira, perdón, tengo que dejar de exagerar todo). Tomá cuanto sol te parezca pero no te zarpes porque vas a quedar roja como un tomate y no vas a poder tocar ni siquiera una pluma sin que te duela cada una de las moléculas de tu cuerpo. Y ¿no dormir siesta? Por favor, la siesta es una religión. El mejor consejo que les puedo dar es: DUERMAN SIESTA, QUERIDOS. Al menos veinte minutos por día, pero tómense un descanso de todo y duerman. Dormir es salud, dormir es vivir, dormir es más. Si dormir fuera una campaña política, sería del tipo que regala comida, internet, seguridad y felicidad eternamente, así que voten por dormir.

Esa fue la entrada de hoy, espero que les haya gustado, voy a seguir publicando (más seguido, lo prometo). Hasta la próxima, VOTEN POR DORMIR *pasa en una carroza y les tira lluvia de billetes*

No hay comentarios:

Publicar un comentario