jueves, 19 de junio de 2014

Florci con y sin suerte

Bueno, ¿ustedes no son de esas personas que tienen tanta buena suerte como tienen de mala? Pero siempre en alguno de esos dos extremos, nunca en un intermedio. De ese tipo de gente que en un momento de su vida es la más afortunada del mundo y a los dos minutos le cae un piano gigante en la cabeza.

Personalmente, yo sí. Lo raro de todo esto es que cuando no escribo en el blog no me pasa nada, absolutamente nada. O será que no estoy pendiente de las cosas que suceden y no las tomo en cuenta, pero no sé. Cuando empiezo a escribir las cosas que pasan creo que mi vida empieza a ser más interesante o quizá es algo psicológico, bah, ni idea. No sé si escribir en el blog me hace bien o mal, porque me pasan cosas o muy forras o muy copadas, tipo quebrarme el dedito chiquito del pie, encontrar doscientos pesos en la calle, perder mi celular en un remis, encontrarme una SUBE con más de 150 pesos de carga, ganar la quiniela, conocer un montón de famosos y demás (literal, me pasaron todas esas cosas). Qué vida, che. Y todo esto es culpa de ustedes (no, mentira, si estás leyendo esto te adoro).

La otra vez, raramente, salí de mi casa y fui con mi vieja a buscar unas cosas con el auto. Ese día volvimos y se lo había llevado la grúa... Quiero decirles que puedo ser un amuleto de buena suerte a veces, pero otras veces soy ese chicle que se te pega en la zapatilla y no se te sale ni siquiera después de arrastrar tu calzado con toda la furia por diez cuadras. Pero bueno, prefiero esto antes que tener mala suerte todo el tiempo (porque existe gente así, esperemos que Thor se apiade de ellos).

En fin, espero que a todos ustedes les caigan regalos del cielo. Espero que algún día puedan atrapar al duende que les roba las medias a la noche y lo priven de su libertad hasta que les entregue el caldero lleno de monedas de oro. Hasta la próxima.

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